En el año 508 ac. Clístenes logró el paso necesario hacia la isonomia (igualdad ante la ley, de derechos políticos y de participación en los asuntos comunes aunados a la libertad de expresión que conlleva al autogobierno) que implicó la dotación de nuevas funciones político-administrativas a los ciudadanos los cuales se organizaban por tribus y éstas, a su vez, se subdividían en demoi que enviaban sus representantes al Consejo de los Quinientos. Los habitantes de las tribus no tenían nada en común excepto la ciudadanía que era la única fuente de solidaridad cívica. Con esto se debilitó la vieja estructura social y se incrementó el poder de los ciudadanos ordinarios.
Por: Andrea del Castillo Torre de Mer
www.LaUltimaRatio.com
CONTENIDO:
1.1.- Lo que nos separa de los griegos.
1.2.- Las características más importantes de la democracia griega.
2.- La identidad de la polis y su evolución hacia la isonomia.
3.- El desarrollo hacia la democracia.
4.- La era de Pericles: democracia y vida comunal.
5.- Aristóteles y la tradición republicana.
1.- Introducción.
1.1.- Lo que nos separa de los griegos.
La multicitada democracia griega más parecía una aristocracia que una democracia ya que la mayoría de la población estaba excluida de ella porque no podían ser partícipes de la misma las mujeres, los metecos (extranjeros) ni los esclavos por no tener la condición de ciudadanos.
Nuestros sistemas democráticos modernos a los que el autor denomina como democracias liberales se asemejan más a una oligarquía que a una democracia.
1.2.- Las características más importantes de la democracia griega.
Las características más importantes de la democracia griega son las siguientes:
1. Asamblea o ekklesia.- que era el centro de poder y decisión del sistema político ateniense. Eran todos los ciudadanos que se reunían al menos cuarenta veces al año y votaban sobre leyes, finanzas, impuestos, relaciones exteriores, orden público, etc.
2. Los puestos ejecutivos que surgían de esta Asamblea no eran cargos de elección sino se manejaban a través del sorteo y por lo tanto eran desempeñados por breves períodos.
3. La justicia estaba en manos de jurados populares.
Aunque estas no son prácticas habituales para nosotros, la democracia ateniense funcionaba bastante bien y es así como encontramos críticas y simpatías con respecto a ella.
LOS PRINCIPALES CRÍTICOS de ella fueron Platón y Aristóteles quienes decían que en una democracia cada quien hacía lo que deseaba, entre otras cosas.
LAS SIMPATÍAS las encontramos en el género de la tragedia griega entre algunas obras de Esquilo y Eurípides, así como también entre algunos pensadores sofistas e historiadores.
2.- La identidad de la polis y su evolución hacia la isonomia.
Como es muy cierto “los griegos no tenían griegos a los que emular” y por eso debemos pensar que la democracia fue creada por sus propias acciones políticas concretas y esto provoca que ésta sea teóricamente concebible.
Los griegos y nosotros comprendemos a la política de diversa forma. Para ellos lo político era lo común, es decir lo que concernía a todos, que era diametralmente opuesto a lo privado, personal o particular. Es así como la polis misma se identifica con el cuerpo de ciudadanos al cual se le conocía como politeia, y la polis fundamentaba su identidad en la comunidad como conjunto la cual era la fuente de cualquier autoridad o poder.
Las actividades en las que se desarrollaban los ciudadanos estaban en un segundo plano con respecto a su integración política con su ciudad. La actividad preponderante del ciudadano griego era la política.
¿Cómo evoluciona el mundo griego para llegar a lo anterior?
Todo esto tiene sus inicios en el año 590 ac. con las reformas de un legislador que se llamó Solón. El objetivo de estas reformas era lograr una estabilidad política en Atenas y evitar el surgimiento de tiranías. Esto lo logró equilibrando los derechos y las obligaciones ciudadanos entre las distintas clases sociales y fomentando un compromiso de las mismas respecto de esa distribución.
En el año 508 ac. Clístenes logró el paso necesario hacia la isonomia (igualdad ante la ley, de derechos políticos y de participación en los asuntos comunes aunados a la libertad de expresión que conlleva al autogobierno) que implicó la dotación de nuevas funciones político-administrativas a los ciudadanos los cuales se organizaban por tribus y éstas, a su vez, se subdividían en demoi que enviaban sus representantes al Consejo de los Quinientos. Los habitantes de las tribus no tenían nada en común excepto la ciudadanía que era la única fuente de solidaridad cívica. Con esto se debilitó la vieja estructura social y se incrementó el poder de los ciudadanos ordinarios.
Clístenes también crea la institución del ostracismo, la cual exilia por diez años a aquellos ciudadanos que se temía se convirtieran en tiranos. Esta institución, que no se extendía a los familiares ni allegados de los exiliados, no se aplicaba arbitrariamente ya que se respetaban sus propiedades.
El Areópago que era un consejo de nobles que incluía a poderosos y a políticos experimentados convivió con el Consejo de los Quinientos hasta la época de Pericles, pero fue perdiendo fuerza paulatinamente en beneficio de los jurados populares y de la Asamblea hasta que este órgano de élite pierde todo su poder en el año 462 ac.
3.- El desarrollo hacia la democracia.
Finalmente podemos decir que llegó un momento en que todos los ciudadanos griegos tenían un juicio político autónomo en un sentido igualitario. El fundador de la corriente sofista, Protágoras, ejemplifica adecuadamente esta situación en su ya bien conocido mito de origen de la raza humana.
Es así como se llega a la idea de que es la polis la que crea seres humanos, no los seres humanos los que crean a la polis. No se trata de una igualdad absoluta sino únicamente una igualdad de juicio político.
También Pericles en su Oración Fúnebre define a la apatía política como un signo de incompetencia y falta de virtud.
“Somos los únicos, en efecto, que consideramos al que no participa de estas cosas, no ya un tranquilo, sino un inútil…”[1]
A diferencia de los sofistas, quienes buscaban enseñar la virtud para que los ciudadanos contribuyeran a los asuntos de la ciudad, Platón y Aristóteles afirmaron que el auténtico gobernante es el que sabe cómo gobernar, y que este saber sólo unos pocos pueden adquirirlo. Por esta razón se dice que estos dos filósofos de la Grecia clásica se oponían a la democracia y estaban a favor de educar más a los gobernantes que a la polis. Todo esto está contra la práctica democrática ateniense.
Alguno de los sofistas afirmaba lo siguiente:
“…me parece, Sócrates, que ha quedado suficientemente demostrado que tus conciudadanos aceptan con razón que un herrero o un zapatero les dé consejos sobre cuestiones políticas, y por qué consideran que la virtud puede enseñarse y proveerse.”[2]
4.- La era de Pericles: democracia y vida comunal.
Las reformas de Pericles son aquellas ya mencionadas en las cuales el Areópago pierde su poder a favor de la Asamblea, el Consejo de los Quinientos y los tribunales populares. La isonomia se extiende a procedimientos judiciales y se amplían las ventajas a los ciudadanos pobres. Esto da comienzo a la edad de oro de la democracia ateniense.
En esta época la vida comunal era crucial ya que la amistad que se inicia en el núcleo familiar desemboca en la polis creando un espíritu de solidaridad ciudadana. Eran los ciudadanos que debatían, elegían y actuaban concertadamente los que constituían la ciudad y no un aparato estatal. Todo esto a diferencia de las culturas del antiguo oriente como Persia o Egipto en donde no se desarrollan las virtudes cívicas de la ciudadanía.
LA ISONOMIA ayuda a que la democracia no produzca abusos ni excesos de poder al promover la sensatez, la templanza y el equilibrio como virtudes ciudadanas que luchan contra el mal gobierno, la discordia y las guerras civiles.
CONCEPTOS VINCULADOS A LA ISONOMIA SON LA ISEGORIA que es la capacidad para tomar la palabra en la Asamblea y la parresia que es el derecho a decirlo todo. Sin embargo, todo ciudadano era responsable de lo que decía y de los consejos que daba a la polis. Como ejemplo de esto tenemos el juicio de Sócrates acusado de corrupción a los jóvenes con sus enseñanzas.
5.- Aristóteles y la tradición republicana.
Aristóteles sienta las bases del republicanismo y su teoría mezcla elementos democráticos y otros que no lo son. Esta situación se explica a continuación.
Para este filósofo el hombre sólo se puede desarrollar en la esfera de la polis y por lo tanto ésta favorece el perfeccionamiento de los hombres y hace posible su acción concertada.
“…la ciudad es una de las cosas naturales y el hombre es, por naturaleza, un animal cívico. Y el enemigo de la sociedad ciudadana es, por naturaleza, y no por casualidad, o bien un ser inferior o más que un hombre…”[3]
Sin embargo, la mejor constitución no será la democrática sino aquella en la que se reúnan buenos gobernantes y gobernados para alcanzar la excelencia de la comunidad y que promueva el bien común. La importancia de esto último es lo que enmarca su acertada división de formas de gobierno. Es trascendental la educación cívica en todo este proceso.
6.- Opinión personal.
Considero que es de gran importancia el conocimiento de los inicios de la democracia griega ya que ésta es el punto de partida bajo el cual podemos comprender los demás tipos de democracias e incluso la más moderna de ellas.
De este resumen me llamó la atención la importancia que tiene la igualdad política entre clases sociales ya que es algo que en nuestro país se ha visto restringido en algunas de nuestras constituciones como lo fueron las centralistas, las cuales señalaban de manera elitista que no podían ser ciudadanos los que no obtuvieran una renta mínima anual, ni los que fueran analfabetas, ni tampoco los sirvientes domésticos. Esto nos demuestra cuán lejos estaba nuestra “democracia” en el siglo XIX de la democracia griega.
Como una servidora tiene gran afición por la historia griega y me parecieron sumamente interesantes los textos relacionados a la lectura, en este resumen me tomé la libertad de insertar algunos extractos.
[1] Tucídides: la Oración Fúnebre de Pericles.
[2] Platón: Ciudadanos políticamente competentes.
[3] Aristóteles: Virtud y excelencia cívicas –el inicio de la tradición republicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario